Cuando se come rápido, un hábito recurrente en los universitarios y empleados de oficina, no se logra la saciedad mental, ya que la gente está más concentrada en llegar rápido a la universidad o lugar de trabajo que en disfrutar lo que se está comiendo.
Esto inhibe la posibilidad de lograr la saciedad mental, la cual, generalmente, se logra veinte minutos después de empezar a comer. Por lo tanto, a pesar de que la persona comió, su cerebro no se dio cuenta de eso y minutos después va a empezar a pedir comida.
Esto inhibe la posibilidad de lograr la saciedad mental, la cual, generalmente, se logra veinte minutos después de empezar a comer. Por lo tanto, a pesar de que la persona comió, su cerebro no se dio cuenta de eso y minutos después va a empezar a pedir comida.
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